Espíritu Emprendedor TES 2017, Vol 1, No. 4 de octubre a diciembre 29-44
Indexada Latindex ISSN 2602-8093
https://www.espirituemprendedortes.com/
la convivencia institucional, el papel otorgado a cada uno de los actores, y lo que se espera
de ellos y ellas. De manera generalizada, se puede encontrar en las instituciones educativas
una comprensión muy limitada de la convivencia social que se concreta en su normatividad.
Suele darse una evidente contradicción entre la gran extensión de campos reglamentados y
el corto alcance de la reglamentación. Es decir, existen reglamentaciones que se pierden en
la minuciosidad de los aspectos normados, pero cuyo radio de acción no sobrepasa temas
de limpieza, aseo personal, puntualidad, obediencia, cumplimiento de tareas, etc. Desde el
punto de vista de esta investigadora, no es necesario crear de la nada un reglamento de
convivencia. Afortunadamente, en Ecuador existen cuerpos legales que dan el marco a
partir del cual, las instituciones educativas pueden concretar el reglamento respectivo, con
las especificaciones requeridas en cada caso.
(Salcedo y Romero, 2006, p. 92) definen el clima organizacional como: “el ambiente
generado en una institución a partir de las vivencias cotidianas de sus miembros”. Al hablar
de clima, se refiere a una cultura ya que no se puede entender por separado. “La cultura
describe la forma de vida de la institución en todos sus aspectos; constituye la manera
institucionalizada de pensar y de actuar que existe en una institución; representa, la
identidad y la misión que hace que se distinga una institución de otra” (Chiavenato, 2009,
p. 176).
El concepto de clima organizacional, relacional o institucional, según Chiavenato
(
1999), fue introducido por primera vez en psicología industrial/organizacional por
Gellerman en 1960. Su definición se basa en el enfoque objetivo de Forehand y Gilmer
1964), quien define el clima relacional como el conjunto de características permanentes
(
que describen una institución, la distinguen de otra, e influyen en el comportamiento de las
personas y en este caso de los estudiantes y docentes que son parte de la institución. Para
Anderson (1982), el clima es entendido como “calidad de vida”. Es decir que a lo que se
debe propender es a entregarle a estudiantes y docentes un ambiente que se pueda
considerar de calidad.
3
5
Revista Trimestral del Instituto Superior Tecnológico Espíritu Santo