Espíritu Emprendedor TES 2024, Vol 8, No. 4 de octubre a diciembre 48-66
Artículo Científico
Indexada Latindex Catálogo 2.0
ISSN 2602-8093
DOI: 10.33970/eetes.v8.n4.2024.406
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International (CC BY-NC 4.0) Revista Trimestral del Instituto Superior Universitario Espíritu Santo
como el petróleo puede limitar el desarrollo de ciertos segmentos económicos, pudiendo llevar a un
desafío nacional para la diversificación agroindustrial.
Para Camino, et al. (2016) y Trujillo et al. (2019), explican que las variaciones que se puedan
dar en los volúmenes de producción de productos primarios inciden en la demanda agregada del país,
y por ende en los ingresos públicos. Los desafíos siguen siendo parte de la competencia y la
globalización, así la producción de la fruta de banano ha impulsado el crecimiento económico,
especialmente en las provincias de mayor producción, como la Provincia de El Oro, pues parte de
este liderazgo, se debe a la tecnificación en los procesos de cultivo y cosecha, otorgando productos
con valor agregado y calidad (Armijos et al., 2022).
La modernización con la tecnificación del sector primario, ha llevado cambios sustanciales en la
matriz productiva, empezando con la diversificación para reducir la dependencia de un sector que
requiere implementar programas de productos finales o procesados. Desde el 2012, Ecuador ha
implementado políticas públicas orientadas al desarrollo de sectores no tradicionales, establecidas en
el Plan Nacional de Desarrollo, con estrategias de comercialización, innovación y avance tecnológico
en el sector manufacturero, turismo y servicios (Presidencia de la República del Ecuador, 2017),
teniendo un contexto de relación con la teoría de crecimiento endógeno, por la innovación y el
conocimiento de manera significativa en la aplicación económica (Romer, 1986).
En el caso de la región costa, se implementa programas de apoyo financiero y asistencia técnica
para el ingreso de inversión en sectores no relacionados con las materias primas. Estos programas se
centran en áreas como tecnología, educación y los servicios empresariales. Al mismo tiempo, se han
fortalecido los esfuerzos para mejorar la educación y la formación profesional en campos de alta
demanda y potencial crecimiento. Por tanto, el crecimiento económico siempre ha sido de afuera
hacia dentro o en su defecto ha dependido de la exportación de productos como el banano, cacao y
café (Castillo, 2011), favoreciendo notablemente el bienestar nacional.
La dependencia histórica en la explotación de recursos naturales plantea desafíos ambientales y
económicos, como señalan Quijije et al. (2017) y Díaz et al. (2020), que, al superarlos, los
productores tienen mayor apertura en invertir en nuevos productos y superar la volatilidad de los
precios internacionales (González et al., 2019). Y los efectos en el crecimiento económico se ven
reflejados en la balanza de pagos, pues el sector primario es uno de los principales sectores que